Crónica Aeronáuticos Rugby – C.R. Tres Cantos

El verano parece que no acaba, ya sea por los casi 30 grados que hace en pleno octubre en Madrid o porque parece que la gente sigue de vacaciones. La cuestión es que el Tres Cantos A volvía al ruedo, a ver si se desquitaba del partido anterior, otra vez con 16 jugadores.

Delante un rival duro, recién descendido de primera división, con tanta gente como para jugar contra sí mismo y dispuesto a dejarse la piel.

Salimos al campo Mini, Lucía y el que suscribe de primeras líneas, Jorge Colmenar y Riojano de segundas, Mario, Robles y Varela de tercera, Manufer como mediomelé, Cristo de apertura, Fayos y Rafik de centros, de alas 21 y Berral y como último jugador Balado. En el banquillo Javi Gordi representado la unidad de España, el Pibe y JJ de delegado. También vino Mortera a hacer de linier, su puesto favorito.

El partido fue muy difícil para el Tres Cantos, el rival venía con las pilas cargadas, pegada fuerte y tenía tantos recambios como para haber invadido Polonia, mientras que nosotros éramos un equipo nuevo, con mucha gente jugando en posiciones que no son la suya y haciendo malabares para ser quince en el campo.

Si en la alineación original, aunque ya curiosa con gente como Monty de titular, éramos diecisiete, antes de empezar ya éramos uno menos con Berral en el ala y Claudio perdido en la estepa entre su trabajo y el partido. A los cinco minutos, Manufer, nuestro Robben particular ya que desde que le conozco no ha podido acabar un partido, se lesionó el tobillo, lo que descuadró aún más la alineación, poniendo a Pablo Robles, por ejemplo, en el ala. Ahora, Robles jugaba en el ala y en la delantera a partes iguales, cada touch se venía corriendo para saltar y luego volvía corriendo al otro lado del campo, sumido en el estrés de cubrir su puesto. Un saludo Robles, has corrido más en un partido que todo el B en la temporada pasada.

Pues el partido fue como se puede imaginar uno nada más leer esto. Empezaron pegando, atacando fuerte, nosotros resistimos y antes de que nos diésemos cuenta llegó el primer ensayo para Airbus, ya sabemos, la caraja habitual. Poco a poco nos intentamos hacer con el partido, pero su superioridad en la pegada, en despliegue y en que nosotros no llegábamos a los apoyos hizo que en esta primera parte ya se viera como iba a ser la segunda y como llegaríamos al final.

La verdad, es que aunque fuésemos una banda, hubo rugby, al menos en mi humilde opinión fuimos capaces de echarle huevos y se notó. Siendo 15 contra 300, con gente que iba lesionada y gente que no ha jugado nunca en determinadas posiciones, aguantamos un partido donde nos podían haber caído 100. Había descontrol, malas caras, Miniyus desquiciado desde el minuto 5, pero se peleó. Al final de la primera parte incluso pudimos soñar con darles un susto a la innumerable plantilla de aeronáuticos, pero la prosa del rugby se hizo tangible y aunque dimos la cara, el resultado final quedó en 66-12.

Como comentarios decir que Balado, para jugar de apertura por primera vez en su vida se defendió bastante bien, que lo siento por la melé, este año todavía no he tocado melier y se nota, intentaré que no vuelva a pasar, y por último que es una pena que no baje más gente. Yo sé que ayer no llegué a entrenar, pero creo que si pago una ficha es para disfrutarla, que este deporte es muy bonito porque es un deporte de equipo, no por los placajes o la forma del balón.

Normalmente hago un montón de chistes en la crónica, y la verdad que Mortera de linier, Gordi con una bandera de España como muñequera, o la independencia de Abel dan para un monólogo, pero ya que tengo la suerte de escribir algunas crónicas y puedo dar un poco mi opinión creo que es necesario hablar sobre la falta de gente en los partidos. Seguramente estos dos últimos fines de semana sólo han sido dos malas coincidencias en una serie de catastróficas desdichas. Tampoco soy de los que piensa que echar la bronca a mis compañeros que no han venido vaya a funcionar, después de varios años en el B, que está lleno de jugadores que bajan según les deje la parienta o la niña de 2 años, he visto que cargar a esa gente intermitente las culpas de que seamos catorce en el primer partido de temporada no funciona, sólo hace que no quieran bajar, que funciona mejor agradecer a cualquiera que baje su participación y premiar a todos los que están allí con buen rollo y con un rato en el fin de semana envidiable para cualquiera que esté fuera.

Por eso os digo que me lo pasé de puta madre el sábado. Fue un partido duro, pero le plantamos cara, y ese sentimiento de resistencia, de esperanza, y de dejarse los cojones todos juntos es una emoción que no se consigue muy fácil, algunos montan un referéndum y ponen un país patas arriba y otros juegan al rugby. Es una sensación que genera adicción y que la verdad no sé cómo podéis vivir sin ello.

Esta semana se descansa, la semana que viene esperemos que no haya más malas casualidades.

 

Multi (o Monty, o como quieras decirlo).

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