Liceo Francés C – C.R. Tres Cantos B

Resumen

Ya no sé por dónde empezar. Cada partido mejora el anterior. Este era contra el Liceo en el Urtubi, y empezó fuerte. Pablete tardó en desayunar demasiado (vete tú a saber lo que se aprieta este chico de buena mañana) y llegó con el partido empezado. Total, que empezamos 14. A saber: Amish, Patata, Moncho, don Yus y Alberto, Chiri, JJ y Borja, Gijoe y Pablete, Cristo, Juan, Kike, Katanas y Tre como zaguero. Luego salieron Spider, Felipe y Vasco.

El partido fue un despropósito con fases bien diferenciadas. Un inicio peleón con melés bien disputadas, juego en ambos campos y un sólo ensayo recibido. No conseguíamos encontrar nuestro juego sea el que sea, pero aguantábamos a su delantera (duros) y a su línea (tenían a un centro grande, fuerte y buen jugador). En esta fase el autor de la crónica consiguió dar varios pases auténticamente malos, confundiendo en uno de ellos a Amish con Cristo. Los apoyos llegaban algo tarde, lo que no nos permitió jugar demasiado dinámico, signifique eso lo que signifique. Luego tuvimos diez minutos finales de primera parte en los que nos metieron como cuatro ensayos seguidos porque nos debió parecer que estábamos haciendo un partido digno, y eso no va con nosotros. No sé. Lo habitual. Acabamos la primera parte con el esperado ensayo de Tre.

La segunda parte empezó floja, pero fuimos cogiendo ritmo, y una vez más hicimos lo inesperado. Con un desorden mayúsculo pero espoleados por quién sabe qué extraña razón metimos al Liceo en su campo y les empezamos a sacudir como si no hubiera mañana. Felipe hizo que nuestra línea fuera más incisiva y delante los moles salían aunque parecíamos una ameba buscando alimento. Conseguimos parar con solvencia a su delantera pero en juego abierto su centro se forró a marcar. No conseguimos defenderle bien en todo el partido. Este segundo tiempo conseguimos dominar tanto territorialmente como en posesión, pero no concretamos. Las melés se convirtieron en pactadas por la ausencia de pilieres contrarios y Borjita consiguió robar algunas touches a la buena formacóon contraria. Perdimos con dignidad. Más o menos.

Y ahora los detalles. A Pablete le explota su jefa. Hasta los domingos trabaja. Y el desayuno no se lo pierde. Así que llegó con el partido empezado. Aun así mejor que Seba. El del cono sur no apareció. Parece que recibió más palos en casa que si hubiera venido a jugar. Cristo andaba con tembleque entre el monillo y la paraplejia. Chiri volvió a jugar pero su tobillo sigue como siempre: cuando dentro de unos años me acuerde de Chiri jugando le recordaré cojeando. Don Yus acabó con los pantalones inmaculados como le reprochó Alberto en el campo. El presi se lesionó y consiguió que su hija cogiera un catarro que seguro le va a costar caro (a Alberto, no a la criatura). Moncho aún no tiene mecanizado el caer y guardar el balón para hacer la abierta; es más de pasar desde el suelo. Con escaso éxito pero todo llegará. Y Patata, el único talonador del rugby mundial que juega en un campo anegado con botas de multitacos. Y aguantaron las melés. Si juega con tacos metálicos va a ser la pera.

Y las jugadas cumbres del partido. Los momentos en que te das cuenta de que este equipo es un disparate en todas sus líneas y todos sus integrantes. Nadie se libra. Quizá Tre al que hay que darle un par de partidos más para que pierda la razón. De momento el chico se libra, juega muy bien y le metió una grapa al segunda más enorme que tenían levantándolo del suelo para grabarla. Muy bravo Tre.

Abierta en medio campo centrada: oigo a Pablete pedirme el balón con desesperación gritando: ¡DERECHA, DERECHA!. Se la doy y cuando miro está solo, con Kike a quince metros, y con siete rivales desplegados en perfecto orden de batalla. Un tío valiente y confiado en sus posibilidades. Como don Quijote con los molinos.

Kike hizo un increíble esprint paralelo a la línea de medio campo. 35 metros espectaculares. Cuando le comenté que quizá sería mejor que corriera en dirección perpendicular a la utilizada, me contestó que le iban a placar y que como eran más fuertes iba a perder el balón. Habla con Pablete. Él te asesora. Lee el párrafo anterior.

En un momento dado les comento a los delanteros que las abiertas perdidas no las disputamos, y nos desplegamos para defender la siguiente fase. JJ entra en la siguiente abierta en la que había siete personas ya involucradas el balón a cuatro metros de nuestro campo como un avión. Y cuando le digo si no me había escuchado me dice: ¡pero es que había una abierta!. Di que si. Ver una abierta y no entrar es de flojos.

Y por último, el Palomo del partido. Por dos jugadas maestras. Por su alegría y por la toalla albornoz que usa en el vestuario. AMISH. Su retorno fue glorioso. Recibió un balón entre los centros y se lanzó hacia campo contrario como un tren. Fijó, quizá demasiado, al contrario y se lanzó en plancha al ser placado para darle un pase a Kike que hubiera sido perfecto si en vez de rugby fuera fútbol americano y Kike hubiera estado diez metros por delante del pilier pasador. Un avant demencial.

Y la jugada más ridícula del partido fue una touch. En voz alta, repetidas veces, abriendo mucho los ojos, con gestos ostensibles, comento: Va con Amish, para Amish, jugamos con Amish…y así unas cuantas veces. Borja me entiende, cosa rara, y se va hacia atrás para dejar hueco al Palomo del partido, que se va hacia él, le levanta de mala manera porque Borja no había ni saltado, lo arroja contra los contrarios, se da la vuelta impedido por los gritos verduleros del resto de la delantera, invade el pasillo de cinco como tres metros y recibe el balón de Patata que seguía impertérrito esperando como una estatua para pasárselo a alguien. Hasta Borja que es de natural refunfuñón se descojonaba.

No sé quién preguntó que por qué el árbitro había pitado golpe, a lo que le contesté: por ridículos. Buen regreso Amish.

La semana que viene arquitectura. Tenemos nueva función. Todos atentos. ¡¡¡AÚPA TRES!!!

Gracias a Alba, a María, Pilar Rascón, Lucas y otra María (Tre) que aguantaron un día bastante desgradable.