
El fin de semana del 7 y 8 de Abril 2017 forma ya parte de la historia de este Club, ya que nuestro Sub-14 (casi al completo, 19 jugadores de 23) más sus entrenadores y delegado, disfrutó de su primer viaje fuera de la Comunidad, invitados por el Elche Club Rugby Unión para jugar un partido contra una selección de jugadores de Alicante, formados por jugadores de 3-4 equipos de la liga provincial, entre ellos algunos jugadores del equipo anfitrión.
El partido, importante como todos en Rugby, era la excusa perfecta para volver a reunir a este gran grupo humano, chavales que en su mayoría llevan jugando juntos varios años, y en el que las nuevas incorporaciones se han adaptado como un guante Se ha formado un equipo sólido, cohesionado, con una relación de amistad que se ha forjado en el campo y fuera de él, y para el que este viaje ha supuesto una vuelta de tuerca más para consolidar el grupo, como equipo humano, rugbiers de principio a fin, aprendizaje, motivación y diversión compartida durante más de 32 horas de convivencia.
Hemos tenido muchos momentos brillantes y para el recuerdo:
El viaje, animado en todo momento, con momentos delirantes (chistes y “sucedits” de todo pelaje y condición)
Nuestro paseo por Alicante, juntos, alardeando con orgullo nuestras sudaderas, equipaciones y escudo del Club por doquier
La llegada al Hostel, la noche y madrugada sin fin (dormimos en dos habitaciones de 12 y 10, no hay más que decir), el desayuno y posterior charla-discusión para un nuevo grito de guerra (que ensayamos en el mismo Hostel (casi somos desalojados por los Mossos)
Nuevo paseo matutino por Alicante y su Mercado, luciendo siempre nuestro equipo en verde y nuestro escudo
El partido, con detalles y crónica más adelante, dejando el pabellón del Club de Rugby Tres Cantos en todo lo alto
El excelente recibimiento, relación y tercer tiempo con el que nos agasajó el Elche Club Rugby Unión (otro Club Amigo a incluir en la lista)
La playa, colofón perfecto a todo lo vivido, dos horas y media de relax, baño, juegos, risas y paseo junto al Mediterráneo
El viaje de vuelta, nadie durmió o se acochinó en tablas, a pesar del tute importante que llevábamos, muy al contrario, más chistes, más risas, y tod@s pasando por el micrófono para compartir los mejores momentos, agradecimientos y elegir, entre ellos, el “puto amo” de las jornadas
Un viaje inolvidable para los chicos. Una experiencia única para tod@s… Que repetiremos.
El partido …
Sábado 8 de abril de 2017, por primera vez jugábamos fuera de casa, fuera de nuestra región, sin más espectadores que el equipo técnico en pleno y el invitado especial, Nacho “El puto amo”, sobre el que me explayaré más adelante. Llegamos al campo donde juega el Elche Club de Rugby Unión. Allí estaban entrenando tanto los Sub-16 de la selección de Alicante como los de Sub-14 de la misma selección. Nos presentamos y de inmediato pusieron a nuestra disposición vestuarios para cambiarnos y árbitro para la contienda (estupendo árbitro por actitud y actuación), dado que el partido estaba programado a las 12:30.
De cómo llegábamos nosotros ya se os ha avanzado algo, motivados, con el pelo de colores y con un grito de guerra rompedor dirigido por Ander, nuestro capitán. Así dispuestos, nuestras “lindas mariposas” o “princesas” en la versión de Nacho, se cambiaron en el vestuario. No lo visteis pero os lo transmito tal como fue, se esperaron todos dentro hasta que el último se vistió y salieron todos juntos a calentar ¡qué grupo señor@s! En el calentamiento se calentaban músculos y cabezas a ritmo de microondas y toda esa actitud salió dentro. Por primera vez pudimos ver cómo desde el calentamiento se tomaba la iniciativa y no se pasaba por encima del balón en un ruck por cumplir, sino que se cogía el balón y se avanzaba, para caer y dejar a otro, y esto también salió en el campo.
Con sinceridad, probablemente el mejor partido de la temporada, en el que el juego que saben lo aplicaron durante prácticamente el transcurso de los 25 minutos a los que se pactó cada tiempo. Las condiciones de calor no hicieron mella en ellos, tuvimos la previsión de llevar 8 botellas de litro y medio y cayeron todas.
La selección a la que nos enfrentábamos tenía como único hándicap que llevaban entrenado juntos unas semanas sin haber disputado partido y eso se notó en el campo. A pesar de ello cuando apretaban en delantera e hilaban jugadas no era fácil pararles; en las percusiones (choques) de los delanteros, nosotros les parábamos saliendo más de una vez rebotados, pero para eso está el equipo y con ello conseguimos mantenerles a raya. Cuando nuestro medio de melé abría balones a los tres cuartos estos culminaban avanzando muchísimos metros o ensayando, demostrando la calidad que tienen, y a pesar de ello la selección de Alicante no se cortaba en el placaje, acostumbrados a la extraordinaria velocidad y fuerza de los nuestros, aquí esto ya no valía tanto y se pudo suplir con los apoyos continuos, y otra vez más para eso estaba el equipo. Y lo más importante de todo, de lo que cualquiera se sentiría orgulloso, fue el efecto aprendizaje, y os cuento ejemplos:
Jugadores que exponían su cuerpo a la percusión del contrario y salieron rebotados no les volvió a pasar y en la siguiente entraron con más intensidad produciendo en el contrario el mismo efecto; jugadores que hasta ahora no se habían expuesto al juego con intensidad lo hicieron entrando al choque con ambición de balón; jugadores de los pequeños que hicieron ensayos con dos contrarios cargados a cuestas; jugadores que fueron placados de forma contundente saliendo del campo y a la que volvieron a entrar transformaron esa rabia que sentían en rugby y así un sinfín.
Todos, unidos como nunca, jugaron como nunca, sin excepción; vimos ensayos por velocidad, de Enrique o de los Dani´s y del resto de tres cuartos, vimos un ensayo de nuestro medio de mele saliendo de un forma imparable desde una mele, por el lado cerrado, a 15 metros de distancia de la línea de ensayo, vimos ensayos de estar placado en el suelo y estirar el brazo casi haciendo el gusano para llegar a posar el balón (es lo bueno también de que nuestro rubio –o rubia si el que lo dice es el puto amo- tenga los brazos tan largos), vimos a Pablo como de repente levantaba los balones en las transformaciones como lo hacen los buenos, pasando alto entre palos, vimos cómo en los momentos de presión Dani López pateaba a touch ganando muchos metros, vimos en definitiva, como un grupo de amigos, comprometidos entre si, daban todo lo que llevaban dentro, y se divertían. Estamos convencidos de que se divirtieron como nunca.
El resultado ya lo sabéis, se puede asegurar que no fue demérito del contrario pues en sus filas los había más grandes, igual de veloces, igual de placadores y en general con intensidad de juego, como corresponde a todo aquél que ha sido llamado a una élite, pero los nuestros ganaron de la forma que lo hicieron porque jugaron juntos y eso facilita que las cosas salgan. Ahora ya en la vuelta solo queda trabajar y trabajar con humildad porque el camino es aún muy largo.
El final, de lo mejor que hemos visto, el Elche Rugby nos agasajó con un tercer tiempo impresionante, los responsables una gente estupenda que nos abrieron su casa de par en par, los chavales de la selección que jugaban en el Elche como si fueran los propios, atentos, hablando con los nuestros, en fin, que haremos mal si no les damos la oportunidad de un partido de vuelta.
Me dejo para el final a Nacho, “El puto amo”, tampoco me voy a extender por que con lo que voy a decir se resume todo, pero una persona que se une al grupo, lesionado, pendiente de una operación, que cohesiona a todos, que está permanentemente haciendo reir a los amigos y que anima a los compañeros que están jugando aunque sea llamándoles princesas, eso es un jugador de rugby, un Rugbier, nada mejor se me ocurre decir.
Esto es rugby…. del bueno
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